Vuelta al mundo Velero Tuvalu: La llegada a Santa Marta, Colombia

26/04/2025

13:56 UTC 

11º 27.506´ N

74º 06.0.54 W

            Llevamos tiempo divisando las costas venezolanas y colombianas, y ahora ya vemos en la lejanía la Isla del Morro, que es donde se sitúa la entrada de Santa Marta, nuestro destino.

            La noche transcurrió tranquila, en la lejanía se veían tormentas eléctricas, acercándose por babor, cada vez mas cerca, pero cuando llegamos a ellas, solo nos llovió un poco, nada reseñable, los vientos se habían mantenido constantes, y salvo el estar pendiente de los relámpagos, nada que reseñar.

            Habíamos dejado las Antillas, y ya todo cambiaba, la esperanza de precios mas contenidos, y de un país con cultura mas parecida a la nuestra nos esperaba. Pero a la vez todo el sistema de entrada en el país cambia. Para poder desembarcar en Colombia debes tener un agente, igual que las consignatarias en España con los mercantes, en caso contrario no pues desembarcar y debes abandonar aguas colombianas en 24 horas.

            Como teníamos reservado atraque en la moderna y magnifica marina de Santa Marta, nos hacían “el agenciamiento” gratis, solo teníamos que pagar los impuestos de importación del velero, es decir el barco entra importado en el país, unos 120 dólares en total, pero te ahorras los gastos del agenciamiento que la marina te los hace gratis, unos 280 dólares americanos, un dinerito.

            El día que llegamos era sábado, llegamos por la tarde, llamamos a la marina, y nos dicen que todo esta preparado pero que no nos pueden dar a traque hasta que no estemos agenciados, y que la oficina de la marina ya esta cerrada, “entonces que hacemos, que solución hay” les dije ya con tono menos amable, el Dock master me dice “se pueden fondear frente a la marina”, no hay nada peor en este mundo que llegar a un puerto con una idea, entrar en pantalán y que te digan que no puedes entrar, que tienes que fondearte. Además, no tienes estudiada la zona de fondeo ni nada.

            “Alguna forma habrá de solucionar esto” le insistí, a lo que él me contesta “puede contratar a una agencia, y entonces entra hoy, pero que le constara el dinero y mañana es gratis”.

            Dicho y hecho me contacto con una empresa, me dice que en una hora se acerca al barco a por los papeles. Los papeles incluye la cartilla amarilla, la de vacunación de la malaria, hay que llevar cartilla de vacunación si vas a Colombia, una de las administraciones que dan la autorización de entrada es la Sanitaria.

            El tiempo que tarda en llegar la empresa, me pongo a mirar la carta y a buscar zona de fondeo, voy a fondear, almorzamos y esperamos al agente marítimo mas tranquilo. Detrás de las boyas rojas de entrada al puerto comercial es donde esta marcada el “anchoring”, me doy una vuelta, solo hay embarcaciones menores de los locales, poco fondo y ningún velero. Vuelvo a llamar al Dock master y la pregunto “aquí solo hay embarcaciones menores, y yo con casi 2.30 m, de calado me quedo sin fondo, que hago?”, me dice “acérquese a la bocana del puerto deportivo para fondear, sin estorbar la entrada”, en esa zona ya teníamos entre 3.5 metros y cinco metros de calado, con lo que ya mas tranquilo eche el ancla.

            Al cabo del rato, mas de una hora por supuesto, se acerca una lancha naranja con un agente marítimo, sube a bordo, se presenta y nos cuenta como funciona esto, hay cinco administraciones donde hay que entregar o enviar documentación; sanitarias, aduanas, inmigración, inspección marítima y autoridad portuaria, además de hacer los tramites de importación del velero, y el precio de sus servicios es de 280 dólares y los gastos unos 120 dólares más, es decir un monto de 400 $. Y mañana es gratis.

            Después de agradecerle su visita, se va del barco, en el tiempo que el llegaba nos hicimos a la idea y ya mas en frio, conversando con la Almiranta, decidimos quedarnos fondeados por una noche y los 400 dólares gastarlo en una cena el cualquier restaurante de lujo que los hay por aquí.

            Me recuerdo en la noche sentado en la banda de estribor del velero, comiendo cacahuetes y viendo el ambientazo que había en el paseo marítimo, sábado por la noche, pero bueno, nos pusimos una película del Amazon Prime, y a dormir……

            A la mañana siguiente y antes de que nos hubiéramos levantado escuche voces “Tuvalu, Tuvalu” aún estaba en la cama, salgo y pregunto “¿Qué pasa?,” y un chico en una auxiliar me dice “le estamos llamando por radio, pero no contesta, soy de la marina, que ya esta todo preparado para que usted atraque, cuando este listo me llama por el canal 72” Sorprendente, nunca me había pasado esto. Parece que la marina tiene un buen servicio.

            Desayunamos tranquilos, y cuando terminamos, escucho nuevamente voces fuera, salgo y no veo a nadie y me vuelvo a meter dentro, pero golpean el barco y mi mujer me dice “mira fuera que creo que llaman”, salgo y ya miro con mas esmero me voy a la banda y es cuando veo a un chico nadando alrededor del barco, un alemán muy jovencito, que está buscando transporte a Panamá, luego vinieron dos más, también nadando. Y estábamos lejos de la playa, pero bueno son jóvenes.

            Todo aclarado, iniciamos la entrada en la marina, atracamos, nos enchufan, dan agua, piden documentación,,,,,, etc, «Señor no pueden bajar del barco hasta que no llegue inmigración», domingo a medio día, me dije, «me acomodo ya que creo que aquí estamos sin poder salir hasta el lunes».

            Sorprendentemente después de unas 4 horas esperando llegaron los de inmigración, hicimos la entrada, sellaron pasaportes y ya estamos legalmente en Colombia. Una odisea,,,,,,,,

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